Con motivo de la reinauguración de este espléndido edificio, hoy hablaremos un poco de él, El Palacio de Bellas Artes, máxima casa de cultura, y el más importante teatro lírico en el país, catalogado como Monumento Artístico por la Unesco en 1987.
Este edificio nació en la mente del entonces gobernante de México, Porfirio Díaz, como parte de los festejos del centenario de la Independencia, el primer paso fué la demolición del antiguo Teatro Nacional de México, posteriormente, en 1904, comenzó la construcción del edificio actual, obra a cargo del arquitecto italiano Adamo Boari quien diseñó un edificio cuya meta era superar el de La Ópera de Paris, así, el nuevo edificio se proyectó siguiendo el gusto porfiriano por los modelos europeos.
La construcción se realizó usando una estructura metálica fabricada por la compañía estadounidense Milliken Brothers, la cual fué cubierta de concreto y revestida con mármol importado de la región de Carrara, en Italia. El estilo elegido era en de Art Noveau, que estaba en boga en Europa, esto resulto en elementos decorativos inspirados en la naturaleza, pero incorporando elementos tradicionales y hasta prehispánicos, como las grecas y los mascarones en la fachada.
Los trabajos fueron perdiendo velocidad debido al movimiento revolucionario y detenidos completamente en 1916 con la partida de Boari a Italia, entre 1919 y 1928 se intentó retomar la construcción con poco éxito, finalmente, en 1932 se reinician los trabajos, por inciciativa del entonces Secretario de Hacienda, Alberto J. Pani y bajo la dirección del arquitecto Federico Mariscal.
Dado que sólo se había terminado el exterior del recinto, el interior fué proyectado nuevamente, esta vez siguiendo los lineamientos del movimiento conocido como Art Decó, que marcaba una fuerte geometrización en las formas, lo que facilitó nuevamente la integración de elementos de diseño prehispánico, los interiores se trabajaron en mármol mexicano de diversas tonalidades.
Uno de los elementos que no pueden dejarse de mencionar es el gran telón antifuego que presenta una imagen de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, este telón -único en el mundo- está formado por más de un millón de cristales de 2 centímetros cuadrados a modo de mosaico, inspirado en una obra del pintor Gerardo Murillo "Dr. Atl" y fué elaborado por la casa Tifanny's de Nueva York, con un peso de 21,228 Kg. También destacan los murales de pintores de la época como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Rufino Tamayo.
Fué inaugurado en 1934 y desde entonces ha sido sede de los más diversos eventos, música popular, jazz, ballet, ópera, incluso Les Luthiers se han presentando en su escenario, desde Lola Beltrán hasta María Callas, desde Juan Gabriel hasta Pavarotti, todos ellos han encontrado cabida en esta sala.
Después de varios estudios realizados en 2007, se determinó que muchos de los equipos e instalaciones usados hasta entonces en El Palacio eran obsoletos o inseguros, por lo que se programó una remodelación mayor que incluían el foro, el foso de la orquesta, una nueva concha acústica, corrección isóptica de las butacas, limpieza mayor de murales, vitrales y mármoles así como la colocación de un nuevo piso de madera.
Un trabajo digno para una de las mejores salas de conciertos del mundo.
Quieres saber más? Instituto Nacional de Bellas Artes
Ĝis revido!
No hay comentarios:
Publicar un comentario